19 Apr
19Apr

El juicio ejecutivo es un proceso rápido para cobrar deudas que están escritas en documentos como hipotecas o cheques. En Argentina, este proceso puede incluir defensas y puede llegar a ser discutido en un juicio. Consta de  tres pasos principales:

  1. Preparación: El juez verifica que todo esté en orden para pedir el pago de la deuda. Si no se paga, se pueden embargar bienes.
  2. Defensa del deudor: La persona que debe el dinero puede defenderse, pero solo de formas específicas que ya están establecidas, en una suerte de  un mini-juicio dentro del proceso mayor.
  3. Cumplimiento de la sentencia: Aquí se hace efectivo el cobro, ya sea con el pago o la venta de los bienes embargados.

Los títulos ejecutivos son documentos que la ley otorga una fuerza especial para ser utilizados en un juicio ejecutivo, permitiendo el cobro de una deuda de manera rápida y eficiente. Dentro del marco del Código Procesal Civil y Comercial de Argentina, los títulos ejecutivos pueden variar según la jurisdicción, pero generalmente incluyen:

  1. Instrumentos públicos: Son aquellos documentos oficiales emitidos por un funcionario público autorizado, como escrituras públicas.
  2. Instrumentos privados con ciertas características: Estos deben estar firmados por el deudor y dicha firma debe estar certificada por un escribano público o reconocida judicialmente.
  3. Títulos con fuerza ejecutiva por ley: Algunos documentos tienen esta cualidad por disposición legal y pueden ser usados en un juicio ejecutivo sin necesidad de ser sometidos a un procedimiento especial.
  4. Cuentas u obligaciones reconocidas: Después de haber seguido ciertos procedimientos específicos, ciertas cuentas o deudas reconocidas pueden servir como títulos ejecutivos.
  5. Obligaciones subordinadas a una condición o prestación: Si la condición o prestación ya se ha cumplido, el documento que establece la obligación también puede convertirse en un título ejecutivo.

Por ejemplo, en Tucumán, según el artículo 485 del Código Procesal Civil y Comercial, estos incluyen documentos como instrumentos públicos, privados suscritos por el obligado y reconocidos judicialmente, así como otros títulos que la ley especifique.Además, ciertos documentos como cheques, letras de cambio, pagarés, facturas de crédito y constancias de deudas bancarias pueden ser utilizados como títulos ejecutivos si cumplen con los requisitos legales. También se incluyen los créditos derivados de alquileres o arrendamientos de inmuebles.Es importante destacar que la lista de títulos ejecutivos puede ser más extensa y dependerá de lo que cada código procesal establezca, así como de la jurisprudencia aplicable en cada jurisdicción.


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